15 de Octubre, 2004
Querido diario…no no, demasiado femenino… ¡mierda! ¿Qué piensa mi padre? ¿Porque tengo escribir mi vida en un estúpido cuaderno? Galileo, Newton, Boyle, Arquímedes, Pascal y todos los “dioses” de mi padre escribieron gran parte de su vida mientras hacían las anotaciones de sus experimentos, mi padre también lo hace pero ¿yo?...¡¡¡¿¿YO??!!! ¿Acaso ir a la prepa es un experimento? Pero bueno…el caso es mantener contento a mi padre, no fue este cuaderno el mejor regalo de mi XVI cumpleaños pero si me ve escribiendo por un par de días todo estará bien. En cambio, mi madre se lucio por completo, casi muero de la emoción al ver el pequeño estuche adornado con un gran moño de color verde que guardaba un hermoso violín, claro…pero las palabras de mi madre rompieron el sueño que estaba viviendo: “¡NO LO TOQUES!” entonces ¿para que me lo regalo?
18 de Octubre, 2004
Aquí estoy de nuevo, fingiendo que esto me interesa, mi padre comenzó a fastidiarme… ¡que monstruo! De no haber sido por la dulce tonada de “Scherzo” que rondaba mi cabeza durante esos instantes tal vez hubiera perdido los estribos.
20 de Octubre, 2004
Creo que no es tan malo escribir en esta porquería, tranquiliza mis nervios y despeja mi mente, después de la “interesante” platica acerca de Lavoisier y su tabla periódica en voz de mi papa durante la cena, esto es lo mejor que puedo hacer. Mi mamá lucia un poco tensa y ansiosa, debe tener problemas en la galería. No hay nada más que escribir por hoy, iré a ver la tv, darán la peli de Mulán y quiero verla por enésima vez, ¡Amo a la familia Fa!
12 de Enero, 2005
Ya extrañaba plasmar mis ideas, casualmente los chicos del camión de la mudanza dejaron la caja de mis libros sobre la mesa del comedor, al abrirla lo primero que encontré fue este…mi diario, tiene 3 mese que no escribía ni una sola letra, pero con la muerte de mi madre, la depresión de mi padre y la mudanza al pequeño y nuevo departamento, no había tenido cabeza para este tipo de cosas. Si…mi madre murió…descubrimos que era un poco… ¡un mucho drogadicta!, una sobredosis la separo de nosotros, bueno en realidad la separo de su mundo, porque separada de nosotros ya estaba. Mi papá ya regreso a ser el que era antes…hoy el tema durante la cena fue el “Coeficiente de dilatación lineal” α (Alfa), extrañamente memoricé la formula …cada vez veo mas cerca la universidad, pero ahora la veo como una mansión embrujada disfrazada de laboratorio…mi padre tiene mayor…
Fred cerró con fuerza el pequeño cuaderno que le había servido como consuelo hace más de 5 años mientras miraba por la ventana del departamento sobre el cual había leído minutos antes. Era tal y como lo recordaba. La pizarra llena de número y formulas, el “elegante” cuadro del teorema de Pitágoras colgado en la sala, los muebles cubiertos de una gruesa capa de polvo y un penetrante olor a tabaco concluían el cuadro: “Padre-viudo-científico-loco”. La única diferencia era que en la cena de hoy no habría ninguna plática sobre Las Leyes de Keppler ni sobre las de Newton ni siquiera sobre las de la estúpida constitución del país. Su padre no estaba en casa y no lo estaría por mucho tiempo. El último contacto que había tenido con él había sido hace 2 noches, mientras Fred salía de su última clase de su 5to. Semestre en la Universidad: Bioquímica (si, su padre se había salido con la suya, Fred termino estudiando Ingeniería Química, tal y como él lo había hecho). El señor lo llamo por teléfono, se le escuchaba muy agitado, dijo algo sobre el equipo de limpieza, una obra maestra de la biotecnología y 24 horas para huir. Fred no había tenido tiempo de asimilar todo y tampoco de creerlo, el viejo ya era un tanto paranoico. Pero aprovechando que sus vacaciones habían comenzado decidió que sería bueno ir a visitarlo y descubrir que pasaba. La sorpresa fue que al llegar al departamento donde el señor residía, lo que recibió a Fred fueron los trozos de un matraz y unas cuantas gotas de sangre sobre el tapete de la entrada. El viejo científico Richard Wesker había desparecido.
 
 
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