jueves, 26 de febrero de 2009

Caida Libre

Aun con su viejo diario bajo su brazo y con una mirada perdida en el pasado, Fred comenzó a caminar por el departamento de su padre, era demasiado grande para un soltero, viudo en este caso, pero a la vez era demasiado pequeño para un científico casi loco. Solo había vivido ahí poco mas de un año pero se le hacia demasiado familiar y le hacia sentir un poco de nostalgia, había abandonado a su padre tras no haber podido manejar su futuro como había querido. Pero ahora todo era diferente, había adquirido un cariño extraño hacia su carrera a pesar de que era lo que mas había odiado desde hace mucho tiempo.

En ese momento una pequeña estatuilla de un ídolo deforme salto del buró de la habitación del viejo científico Wesker que hizo volver a Fred de sus viajes al pasado. La figura de porcelana se rompió al hacer contacto con el suelo, la base fue lo único que permaneció intacto, Fred se acerco para tomarla y examinarla, no era normal que las cosas se movieran sin razón aparente… ¡obvio! 1era Ley de Newton, al revisar la pequeña placa de metal se dio cuenta que tenia grabada un expresión matemática demasiado familiar: vf2 = vo2 + 2αy, velocidad final al cuadrado es igual a la velocidad inicial al cuadrado más el doble producto de la gravedad por la altura, pero en el grabado no aparecía la gravedad, lo que aparecía era "α"…lo que lo dejaba con dos incógnitas o se trataba de algo nuevo o definitivamente su padre se había desquiciado tanto que había empezado a renegar de la nomenclatura universal.

Fred comenzó a analizar el trozo de metal, mientras que giraba la mirada a la superficie del buró donde minutos antes había estado la pequeña estatuilla, en ese momento se dio cuenta que el costado izquierdo del mueble tenia una graduación semejante a las que tienen normalmente las reglas escolares: centímetros y pulgadas, del lado de centímetros llegaba hasta el numero 50 y del lado de pulgadas hasta el 20.

-¡Joder! El viejo esta completamente loco, su trabajo lo ha llevado hasta su propia recamara.-

Los recuerdos de Fred comenzaron a llegar nuevamente, hasta donde él tenia claro, su padre siempre había respetado su habitación, las reglas de su madre eran claras: "El trabajo para el laboratorio, la familia para el hogar". A pesar de que ella nunca había aplicado la segunda parte de su lema, el señor Wesker nunca había tenido objeción en obedecerlas, pero después de la muerte de su esposa, él había cambiado muchos de sus hábitos.
El buro aparentaba ser normal, pero no le haría mal revisar que había dentro, no podría llegar más allá de un par de pijamas o algo semejante. Fred tiró de la pequeña puerta sin obtener éxito alguno.

-¿Qué demonios escondes papá?

Como respuesta a su pregunta, la pequeña puerta dejo al descubierto un miniteclado y una pantalla no mas grande que la de un teléfono celular que solo decía: "g=", la cuestión era sencilla, ¿Cuál era el valor de la gravedad? Y en cuanto se disponía a escribirlo con las pequeñas teclas se dio cuenta que seria incapaz de escribirlo, no había ningún punto ni ninguna coma, solo podía ver las letras del alfabeto griego y los números del 0 al 9, entonces recordó la pequeña placa que había descubierto en ese mismo lugar y tecleo solo la letra Alfa (α) y sin poner mas resistencia la puertecilla se abrió para dejar al descubierto una pantufla que servía como maceta a una planta….una fluorescente planta, la pantufla le recordó una divertida película, pero reprimió la sonrisa que esta le causo al ver brillar la extraña planta, no definitivamente era real, pero…¿Qué la hacia brillar? No poseía flores y solo contaba con media docena de hojas, la tierra parecía seca pero la planta no aparentaba haber perdido fortaleza alguna.

Indeciso ante tocar la planta o no, recordó el matraz y la pequeña mancha de sangre que había encontrado al llegar al departamento, también recordó la llamada de su padre…-¿Podría ser esta planta la obra maestra de la biotecnología?

-Obra maestra o no, te tendré que examinar, tal vez tú puedas darme una idea de donde se encuentra el viejo Wesker

Y tras decir el apellido de su padre, se decidió a tocar la planta, pero esta, tal vez como reacción a la amenaza o la voz, movió su tallo para apresurar el contacto.

Al tocar el tallo la piel de Fred, éste se torno del mismo color que la planta, produciendo un destello aun mayor, Fred sintió un ardor tremendo en su mano que subía hasta llegar a su hombro, lo que sea que fuera esa planta, tal vez ese era su mecanismo de defensa.
La vista de Fred comenzó a nublarse hasta el punto donde lo único que podía distinguir era el brillo de su mano izquierda, segundos después perdió el conocimiento y cayó sobre el suelo. Como reacción a la caída de Fred, la planta luminosa dejo de emitir luz y se marchitó por completo adoptando un color café.

Fred el humano y la planta luminosa habían muerto.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho cómo llevan sus historias. Sigan así, y hagánle caso al compañero de arriba :3

    ResponderEliminar